jueves, 18 de junio de 2015

El violín, evolucionando con nosotros

Por Gandhari Olivares


Historia del violín


Un recorrido por un instrumento que no se ha podido perfeccionar

Los precursores


Los antecesores del violín los podemos encontrar a principios de la civilización, con instrumentos como el ravanastron, de la India, de cerca de 5,000 años antes de Cristo, o el rabab que tiene doble origen: Persia y África del Norte. Es difícil saber con exactitud la evolución del violín,  ya que se fueron integrando componentes y técnicas de ejecución que incluyeron el uso del arco, del cual no se sabe su origen. El arco moderno lo perfeccionó Francois Tourte, un relojero que se dedicó a la arquetería al igual que su padre y su hermano. Francois fue quien escogió la madera de Pernambuco, dadas sus características de elasticidad, peso y resistencia. El Pernambuco es un árbol de origen brasileño. 

Grandes violinistas como Viotti y Kreutzer lo aconsejaron para establecer la longitud del arco del violín en 74 o 75 centímetros, y la del chelo entre 72 y 73 centímetros. Las cerdas del arco del violín están hechas de unos 150 pelos de cola de caballo. Un poco más recientes que el ravanastron y el rabab, pero aún así muy lejanos, se encuentran la vielle y la rotta, instrumentos medievales basados en el diseño de la cítara, con modificaciones para su ejecución con el arco, como la incorporación del diapasón. Como parte de la evolución del violín, se encuentran los agujeros de formas variadas que se le agregaron para mejorar su sonoridad.

Otros parientes cercanos del violín son la lira da braccio y la viola da braccio. El rabel es otro instrumento considerado antecesor del violín. La evolución definitiva del violín comenzó en la primera mitad del siglo XVI en Brescia, al norte de Italia. 


El nacimiento


Los primeros constructores de renombre son Giovanni Giacomo Dalla Corna y Zanetto de Michelis da Montechiaro, aunque ellos no fabricaron exclusivamente violines. El violín no había terminado de evolucionar en ese entonces, pues algunos tenían sólo tres cuerdas. Los primeros grandes maestros fabricantes de violines de Brescia fueron Gasparo di Bertolotti da Saló, y su alumno Giovanni Paolo Maggini. El más antiguo violín de cuatro cuerdas conocido tiene fabricación certificada por Andrea Amati y fecha de 1555. En 1560, el rey Carlos IX de Francia hizo una orden especial de treinta y ocho instrumentos a la familia Amati, que incluyó veinticuatro violines, seis violas y ocho chelos. 


Amati 


La famosa escuela de Cremona fue establecida por Antonio Amati, Girolamo Amati y su hijo Niccolò Amati. En 1630, una epidemia de plaga bubónica arrasó con gran parte de la población de Cremona, incluyendo a los padres de Niccolò Amati y a dos de sus hermanas. Cuando la Muerte Negra abandonó a Cremona, Niccolò quedó como el último violero de importancia que sobrevivió en el norte de Italia, y como el único responsable de transmitir sus conocimientos artesanales. 

Entre los pupilos de Niccolò Amati se encontraban Girolamo Amati II, Andrea Guarneri y probablemente Antonio Stradivari. También fueron alumnos de Amati: Francesco y Giovanni Battista Rugeri y posiblemente Jacob Stainer. No está claro si Stradivari fue su alumno. El violín Stradivari más antiguo es de 1666, y en su marquilla reza: Antonius Stradivarius Cremonensis Alumnus Nicolaii Amati Faciebat Anno 1666. Sin embargo, no hay registro de Antonio Stradivari en los censos que incluyen a otros alumnos de Amati. 

Es probable que, por su habilidad como tallador hubiera sido contratado desde niño para elaborar algunos adornos en los violines de Amati. Su genio y habilidad manual pudieron hacer que unos pocos  meses en los talleres de Amati fueran suficientes para aprender las bases que lo llevaron a fabricar sus propios violines. Probablemente el verdadero maestro de Stradivari fue Rugeri.


El mito Stradivarius


En la primera mitad del siglo XVIII, la escuela de Cremona dominaba el mundo de la fabricación de violines, encabezada por Antonio Stradivari, que estableció el modelo del instrumento para todos sus sucesores. De Stradivari se identifican tres fases creativas. La temprana, con gran influencia de Amati, entre 1666 y 1690. Después, entre 1690 y 1700, sus modelos fueron de mayor longitud, finalmente, su época de oro, el apogeo de la escuela de Cremona y del arte de la fabricación del violín.

En la casa de Stradivari, que cuando existía estaba en la Piazza San Domenico (hoy Piazza Roma) había una terraza con techo, llamada en cremonense seccadour, usada para secar ropa y alimentos, y seguramente también para secar sus violines barnizados. Sólo se conocen algunas cosas de la vida de Antonio Stradivari. Tuvo 10 hijos. Se dice que nació en 1644, pero se sabe que falleció el 19 de diciembre de 1737. El cuatro de julio de 1667, se casó con Francesca Feraboschi. Francesca era viuda de Giacomo Capra, con quien tuvo dos hijas, luego adoptadas por el padre de Capra. 

Giacomo Capra fue asesinado con un disparo de arcabuz por un hermano de Francesca, Giovanni Feraboschi. A los pocos meses de haberse casado con Stradivari (en octubre de 1667) , nació su primera hija, Giulia Stradivari. Giulia se casó en 1688 con Giovanni Farina. En 1670 nace el primer hijo varón de Antonio Stradivari, Francesco, quien murió a los 10 días de nacido. El primero de febrero de 1671, nació quien después sería el encargado del taller de su padre, también llamado Francesco Stradivari, como su hermano fallecido. Alessandro es el siguiente hijo de Antonio y Francesca, se ordenó como cura del altar de San Rafael de Cremona en 1705. Caterina nació en 1674; el 14 de noviembre de 1679 nació Omobono Stradivari.

Luego de enviudar en 1698, Stradivari se casó con Antonia Zambelli. La primera hija de Antonio y Antonia (séptimo de Antonio) fue llamada Francesca, como la primera esposa de Antonio, y nació hacia 1670. De ella se sabe que fue ordenada con el nombre de Hermana Rosa en el convento de la Sagrada Anunciación de San Jorge en Mantua.  En 1703 nació Giovanni Battista Stradivari, quien comenzó como aprendiz en el taller de su padre entre 1714 y 1716. Antonio Stradivari iba a confiar en Giovanni Battista el negocio de la violería, pero éste falleció hacia 1726. El noveno hijo de Stradivari fue Giusseppe, quien también fue ordenado como cura en 1728. El décimo hijo de Stradivari nació el primero de enero de 1708, Paolo Stradivari. Se convirtió en socio de un comerciante de telas. Se caso con Elena Templari en septiembre de 1737. 

La tradición de la violería fue llevada a cabo por sus hijos Omobone y Francesco, además de sus pupilos Carlo Bergonzi y Lorenzo Guadagnini. Antonio Stradivari, en su carrera de más de setenta años, construyó unos 1100 instrumentos (el último conteo oficial es de 1116), de los cuales se sabe que existen hoy cerca de 650, que posiblemente incluyen algunas imitaciones y falsificaciones.



Guarneri


Después de Stradivari, la dinastía Guarneri ocupó un importante lugar en la fabricación de violines. Esta dinastía estaba encabezada por Andrea Guarneri, alumno de Niccolò Amati y sus hijos. El mayor de ellos, Pietro Giovanni, se estableció en Mantua y posteriormente fue conocido como Pedro de Mantua, donde recibió reconocimiento como fabricante de instrumentos de gran calidad. El menor de sus hijos fue Giuseppe Giovanni Battista Guarneri, quien también introdujo algunas modificaciones a la influencia de Amati recibida por su padre. Giuseppe Giovanni tuvo dos hijos fabricantes de violines, Pietro, conocido como Pedro de Venecia, quien recibió influencia de esa escuela de fabricación de violines, y Giuseppe Antonio Guarneri, que ha sido reconocido como el más importante fabricante de violines después de Stradivari.

Luego que Paganini tocara en su violín fabricado por Guarneri, conocido como il Cannone (el cañón), muchos violinistas llegaron a preferirlos por encima de los de Stradivari. Los Guarneri eran más grandes que los Stradivari, y con una sonoridad legendaria, tristemente, Guarneri del Gesù sólo produjo unos 200 instrumentos, siendo éstos muy escasos en la actualidad.

La muerte de Stradivari en 1737 fue seguida, cuatro años más tarde, por la de sus dos hijos. Guarneri del Gesù falleció en 1744, y el renombrado pupilo de Stradivari, Guadagnini, murió también en el mismo decenio. En un período de diez años, desaparecieron los más grandes fabricantes de violines de Cremona. Desde 1550, se empezaron a formar escuelas de fabricantes de violines en ciudades de Francia como Paris, Mirecourt, Nancy y Lyon. De los fabricantes de Brescia, Giovanni Maria Dalla Corna parece haber fundado la escuela de violines de Venecia.


Stainer


Jacob Stainer de Absam, Austria, se estableció como el primer gran fabricante de violines al norte de los Alpes, con un reconocimiento tal, que en una época superó la fama de la escuela de Cremona. Como dato curioso, algunos músicos importantes, como Johann Sebastian Bach y Leopold Mozart, tocaban únicamente violines Stainer. Posteriormente, se descubrió que el instrumento del padre de Wolfgang Amadeus Mozart resultó no ser un Stainer, sino una falsificación, hecha por la casa Klotz, de Mittenwald. De los tres instrumentos de propiedad de la Familia Mozart que aún se preservan, uno de ellos se atribuye al fabricante Aegidius Klotz, aunque éste lleva una falsa marquilla de Stainer.

Desafortunadamente, la escuela de Stainer murió con él, pues al parecer nunca tuvo verdaderos pupilos, aunque algunos historiadores afirman que la tradición de Stainer se transmitió a sus aprendices Albani y Klotz.
Con el fin de la era barroca, la fabricación de violines italianos cayó en decadencia, aunque esta tradición continuó en otras casas, como la Klotz en Baviera, la Mirecourt en los Vosgos, Markneukirchen en Sajonia, Schönbach en Checoslovaquia y Hill en Londres, por decir algunos ejemplos.



La industrialización


La primera fábrica de violines se fundó alrededor de 1790 en Mirecourt, Francia.
Otras ciudades europeas le siguieron en la producción masiva del violín. Los fabricantes de violines comenzaron a comprar y a especular con viejos instrumentos italianos y empezaron a producir instrumentos de estilo antiguo. Algunos fabricantes de renombre, como Jean Baptiste Vuillaume, padre de la escuela francesa y famoso por sus excepcionales violines rojos, recurrieron a métodos como la «cocción» de los instrumentos para acelerar su secado, con técnicas como el ahumado y el uso de tratamientos químicos de las maderas. A estos procedimientos siguieron los experimentos con el barniz, cuya fórmula parecía ser el secreto de instrumentos como los de Stradivari. La consecuencia de esta tendencia en la demanda de instrumentos antiguos fue la aparición de imitaciones y de instrumentos falsos. Se dice que Vuillaume copió el violín Guarneri de Niccolò Paganini con tal precisión, que ni el mismo Paganini era capaz de reconocer el original. Así mismo, el famoso Stradivari Balfour resultó ser obra de J. B. Vuillaume.



El siglo XX


Al comenzar el siglo veinte, un nuevo interés en la música barroca y una escasez de instrumentos de época hicieron volver al reto de crear instrumentos de acuerdo a las especificaciones barrocas. Aunque hay algunos pocos instrumentos fabricados por famosos luthiers o violeros, muchos de sus instrumentos son reproducciones modernas hechas con la técnica antigua, que siguen siendo valiosos por su sonoridad, más no por su antigüedad. Los violines antiguos y verdaderamente originales tienen precios muy altos, y son conservados por coleccionistas o intérpretes como verdaderos tesoros. A estos violines se les han dado nombres propios, que pueden hacer referencia a algunas de sus características o a la familia que los posee. 

No se conoce el destino final de todos los violines Stradivari que aún existen, los tres que han sido considerados como los de mejor sonoridad en el mundo son el Alard, vendido en Londres en 1982 por más de un millón doscientos mil dólares, el Delfín, actualmente en poder de los herederos de Jascha Heifetz, y el Mesías, perteneciente al museo Ashmolean de Oxford. Dicho museo fue fundado por Elias Ashmole en 1863; además de poseer el Stradivari Mesías en la colección del salón de música Hill, allí se encuentra el violín más antiguo que existe, fechado en 1564 y fabricado por Amati, parte del mencionado encargo de Carlos IX de Francia.

En el museo cívico de Cremona hay un Amati de 1566, valorado en 10 millones de dólares. El boliviano Jaime Laredo no pudo adquirir el Paganini, pero posee el Gariel de 1717. Yehudi Menuhin fue el dueño del Stradivari Soil, actualmente en poder de Itzhak Perlman.
Louis Krasner de Rusia ha descrito la relación entre el violín y su dueño con connotaciones antropomórficas para el instrumento: “el violín conoce a su maestro, posee memoria y lealtad”, haciendo referencia a que algunas piezas casi pueden ser interpretadas por el instrumento por sí mismo, de acuerdo a lo aprendido por su anterior dueño. Krasner compró el Stradivari Dancla, que pertenecía a Nathan Milstein. Maxim Vengerov, también ruso, sugirió que la relación entre el violín y el violinista es como un matrimonio. Su violín Stradivari era el Kreutzer, avaluado en 1.6 millones de dólares.

Para algunos, cuando la relación se establece entre el instrumento y una mujer, se puede considerar que el violín es como una extensión de ellas. Anne Sophie Mütter nunca usa el apoyo para el hombro, y siempre viste trajes que le permitan el contacto directo de su piel con su Stradivari. En 1983, cuando Viktoria Mullova escapó de la Unión Soviética cruzando la frontera de Finlandia a Suecia, dejó su Stradivarius (propiedad del gobierno), en la habitación del hotel. Por este detalle, los agentes de la KGB confiaron en que ella no estaba escapando, y demoraron su persecución al asumir que simplemente era imposible que ella hubiera dejado su violín atrás. Los talleres que producen los mejores instrumentos mantienen un interesante parecido con los grabados de talleres de luthiers medievales.



El violín eléctrico



Un violín eléctrico es simplemente un violín con una señal de salida electrónica. El término puede referirse a un violín acústico con una pastilla de algún tipo, pero usualmente se refiere a un instrumento completamente electrónico. Muchos instrumentos tienen un cuerpo sólido, lo que ayuda a prevenir la retroalimentación de las resonancias del cuerpo hueco bajo la gran amplificación de un escenario. Sin embargo, el timbre de un violín acústico se crea directamente a causa de estas resonancias, y es por ello que un violín eléctrico tiene un sonido mucho más “crudo” que uno acústico, dependiendo de cómo se captura la señal. Normalmente, los violines eléctricos tienen un diseño minimalista y poco tradicional, para mantener el peso lo más bajo posible.

A menudo son vistos como instrumentos “experimentales”, estando menos establecidos que las guitarras y bajos eléctricos. Por ello, hay muchas variaciones sobre el diseño original, como trastes, cuerdas extras, cuerdas simpatéticas o cuerdas barítonas que suenan una octava más bajas que las normales, todo esto sin incluir los diferentes efectos electrónicos para modelar el sonido puro, en función de las preferencias del intérprete. Las señales de un violín eléctrico normalmente pasan a través de un proceso electrónico, igual que una guitarra eléctrica, para obtener el sonido deseado. Puede ser reverberación, coros, distorsión, o cualquier otro efecto.


Compositores destacados

- Johann Sebastian Bach
- Bela Bartok
- Ludwig van Beethoven
- Johannes Brahms
- Rodolphe Kreutzer
- Felix Mendelssohn
- Claudio Monteverdi
- Wolfgang Amadeus Mozart
- Niccolo Paganini



Obras destacadas

- Violín concierto no.1 de Paganini    
- Concierto op.61primer movimiento de Beethoven
- Concierto op.64 primer movimiento de Mendelssohn
- Concierto op.35 tercer movimiento de Tchaikovsky
- Concierto op.77 tercer movimiento de Brahms
- Concierto para dos violines de Bach
- Concierto para violín no.3 de Mozart 



Entrevista a Sebastián García - Violinista




Fuente: 

www.deviolines.com





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